Durante los años 80 se rodaron para Televisión Española un buen número de series que marcaron una época dorada de la televisión. Eran unas producciones de una gran calidad, bien realizadas por directores que repartían perfectamente su dedicación al largometraje de cine y a la televisión. Y como no unos magníficos actores, muchos de ellos grandes interpretes de cine y teatro que aportaban su buen hacer a este medio y también una hornada de jóvenes actores que empezaban su carrera y que se forjaron en estos trabajos. Quiero comentar tres series con un nexo común, el compositor autor de sus sintonías, Antón García Abril.
Fortunata y Jacinta es una magnífica miniserie en 10 capítulos basada en la famosa obra de Benito Pérez Galdós ambientada en el Madrid de la segunda mitad del siglo XIX, adaptada y dirigida por Mario Camus y que se emitió en 1980. Esta serie de Televisión Española supuso el inicio de las grandes superproducciones televisivas, como se demuestra en los fantastico decorados construidos en Prado del Rey y el elenco de grandes interpretes que formaban el reparto, Ana Belén y Maribel Martín en los papeles protagonistas junto a grandes actores como Fernando Fernán Gómez, Paco Rabal y Manuel Alexandre. Una obra clásica de la literatura española magníficamente llevada a la pantalla.
Anillos de oro, fue una serie de trece capítulos emitida en el año 1983 dirigida por Pedro Masó en su primer trabajo para la televisión y escrita por la guionista y actriz Ana Diosdado, la cual tenía uno de los papeles protagonistas, junto a un jovencísimo Imanol Arias. Esta serie se rodó inmediatamente después de aprobarse la reforma del código Civil por la que se introducía en la legislación el divorcio. Cada capítulo trataba un problema matrimonial distinto junto a las implicaciones personales de los protagonistas. La serie pretendió ser un reflejo de la realidad social de la España de aquella época, con sus contradicciones y sus esperanzas.
Segunda enseñanza, intentando seguir el éxito de "Anillos de oro" fue una serie también de trece capítulos rodada tres años después, en 1986, con Pedro Masó en la dirección y Ana Diosdado en el guión y en uno de los papeles principales, y en la que hizo una de sus primeras interpretaciones Javier Bardem. La serie ambientada en un instituto de bachillerato, reflejaba las preocupaciones, inquietudes, problemas y alegrías de un grupo de adolescentes conflictivos y las de los propios profesores. Una clara antecesora de las series juveniles ambientadas en el mundo de la enseñanza que se rodarían a partir de entonces y que llegan aun hasta hoy día.
Anillos de oro, fue una serie de trece capítulos emitida en el año 1983 dirigida por Pedro Masó en su primer trabajo para la televisión y escrita por la guionista y actriz Ana Diosdado, la cual tenía uno de los papeles protagonistas, junto a un jovencísimo Imanol Arias. Esta serie se rodó inmediatamente después de aprobarse la reforma del código Civil por la que se introducía en la legislación el divorcio. Cada capítulo trataba un problema matrimonial distinto junto a las implicaciones personales de los protagonistas. La serie pretendió ser un reflejo de la realidad social de la España de aquella época, con sus contradicciones y sus esperanzas.
En la mayoría de las series televisivas, tanto entonces como ocurre hoy día, la música, sobe todo la que suena en la cabecera sobre los títulos de crédito iniciales, se convierte en marca inseparable de la serie y se asocia inseparablemente a ella por el hecho de sonar cada semana en cada capítulo, alcanzando una gran popularidad. En la actualidad y gracias a las buenas ediciones discográficas, la música para series de televisión tiene una difusión que satisface tanto al gran público como a los aficionados a las bandas sonoras. Pero desafortunadamente existe un gran vacío discográfico de la música de las series españolas de la época y en especial de los magníficos trabajos de Antón García Abril.
Antón García Abril es uno de los más importantes músicos clásicos del siglo XX, que ha sabido compaginar una extensa obra orquestal, de cámara y vocal junto a la pasión por la música para las imágenes en el cine y la televisión. Estos tres temas, de una calidad excepcional, son un pequeño ejemplo de su obra para televisión, unas obras inolvidables que forman ya parte de la historia de la música cinematográfica.
Antón García Abril es uno de los más importantes músicos clásicos del siglo XX, que ha sabido compaginar una extensa obra orquestal, de cámara y vocal junto a la pasión por la música para las imágenes en el cine y la televisión. Estos tres temas, de una calidad excepcional, son un pequeño ejemplo de su obra para televisión, unas obras inolvidables que forman ya parte de la historia de la música cinematográfica.
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