sábado, 23 de enero de 2016

Anónimo Veneciano - STELVIO CIPRIANI

"Anónimo Veneciano" es una película que reúne esa mezcla perfecta entre cine y música de cine. Una película en la que la música es un personaje más. Un triángulo perfecto formado por una gran historia de amor, la ciudad de Venecia y la inolvidable música del maestro Stelvio Cipriani, tres cosas que personalmente me apasionan.

Una película que se ha convertido en todo un clásico del melodrama romántico de los años 70, una historia de amor inolvidable que a pesar de los años transcurridos no ha perdido su encanto y que siempre vale la pena volver a recordar. 


Anónimo Veneciano rodada en el año 1970, es la ópera prima como director de Enrico María Salerno uno de los mejores actores de teatro italianos de la posguerra que desarrolló su carrera con gran éxito tanto en teatro como en el cine y la televisión, así como un gran actor de doblaje.

La historia narra el encuentro en Venecia de Enrico (Tony Musante) un músico de gran talento que toca el oboe en la orquesta del Teatro La Fenice y de Valeria (Florinda Bolkan) su exmujer. Años atrás ambos se conocieron y se enamoraron apasionadamente, se casaron, tuvieron un hijo pero se separaron tres años después. Paseando por una Venecia que arrastra ese eterno hundimiento, ambos recordarán también el hundimiento de su historia de amor.


Con el fondo de esos canales y calles solitarias y frías de una ciudad que poco a poco se muere, aflorarán de nuevo sus sentimientos de una manera descarnada, intentando aferrarse al amor que los unió en el pasado, aunque saben que su relación está abocada al igual que la propia Venecia a una muerte segura, lenta y agónica.

El poder de fascinación de una ciudad como Venecia que invade a todo aquel que la visita, ejerce un papel fundamental  y es el complemento perfecto de esta triste y melancólica historia de amor.


Y como otro pilar fundamental de la película está la bellísima música compuesta por Stelvio Cipriani, uno de los grandes compositores cinematográficos italianos, que creó una melodía que es todo un clásico de la banda sonora que permanecerá ligada por siempre al romanticismo de una ciudad como Venecia.




La banda sonora cuenta también con un fragmento musical de música barroca que forma parte de la propia historia de la película. Enrico está preparando la grabación de un concierto para oboe y orquesta de Alessandro Marcelo, cuyo adagio, una pieza de gran belleza melódica, aparece en una de las principales escenas de la película.