lunes, 18 de junio de 2012

Evasión o Victoria ("Let´s Go Guys") - BILL CONTI

Aprovechando la actualidad futbolística por la celebración de la Eurocopa, me ha parecido interesante buscar algún ejemplo que reuniera, música, cine y fútbol. Lo cierto es que el fútbol no aparece como telón de fondo o tema principal en muchas películas, al contrario de lo que ocurre con otros deportes como podría ser el baloncesto o el mismo fútbol americano que si que cuenta con un buen número de producciones y muchas de ellas con muy buenas bandas sonoras. 

Pero si de fútbol hablamos, al aficionado al cine seguro que la primera que le viene a la cabeza sería "Evasión o Victoria", película del año 1981, dirigida por John Huston. Aunque hay que reconocer que este film no es de lo mejor de su filmografía, si tuvo un notable éxito de taquilla que el director necesitaba tras los estrepitosos fracasos que habían sido sus dos películas anteriores. El tema se alejaba bastante de los que Huston había rodado hasta ese momento y por lo que parece se desentendió bastante en la realización, pero como suele ocurrir en algunas ocasiones los productores aseguraron el éxito reuniendo un director de renombre, un reparto internacional y un argumento de los que nunca fallan. 

La historia que cuenta la película al parecer está inspirada en un hecho real ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial de un encuentro de fútbol celebrado en Kiev, entre jugadores ucranianos locales y un equipo de soldados alemanes en el que los ucranianos ganaron el partido pese a las trabas, el juego sucio y la infame actuación de los árbitros, lo que les llevó posteriormente a la persecución, tortura y muerte. El estadio del Dinamo de Kiev tiene un monumento en recuerdo de aquellos jugadores que "prefirieron morir a ser derrotados".

El guión de la película nos traslada a un campo de concentración dirigido por un comandante que anteriormente había formado parte de la selección alemana de fútbol que se interesa por un grupo de prisioneros que practican este deporte. Con el objeto de mantener su afición por el fútbol y como medio propagandístico idea organizar un partido entre una selección alemana y una selección de sus mejores prisioneros.  Estos que al principio se niegan, ven más tarde la celebración del partido como una ocasión para organizar una fuga, pero lo que comienza como algo sin interés deportivo terminará por convertirse en un auténtico desafío.

El reparto reunió junto a actores consagrados como Max Von Sydow (el comandante alemán) y Michael Caine (el capitán inglés, lider de los prisioneros aliados), la estrella Silvester Stallone (como un soldado norteamericano) en el mejor momento de su carrera tras interpretar las dos primeras partes de Rocky, y un buen número de famosos futbolistas encabezados por Pelé, la leyenda inglesa Bobby Moore y el internacional argentino Osvaldo Ardiles. Y aunque ninguno de los actores profesionales realiza una gran interpretación lo cierto es que en conjunto, dan forma a una historia entretenida, con ciertos momentos cómicos y una gran dosis de heroísmo deportivo.
La película podría resumirse en una de las frases que pronuncia el comandante alemán: "las guerras deberían dirimirse en un campo de fútbol", lo que aporta una visión más deportiva de la historia y elimina la parte trágica de la misma.

La banda sonora es obra de Bill Conti, el compositor norteamericano autor de la afamada fanfarria para Rocky y que se ha convertido en todo un himno para la victoria en el deporte. En esta ocasión mezcla a partes iguales el sonido de la fanfarria y los himnos deportivos con cierto aire marcial, en un tema menos pegadizo pero igual de intenso para acompañar los momentos emocionantes del triunfo.


domingo, 10 de junio de 2012

Babel (Endless Flight / Bibo No Aozora) - GUSTAVO SANTAOLALLA / RYUICHI SAKAMOTO

Con "Babel"Alejandro González Iñarritu, nos ofrece su particular visión del tema de la globalización tan de actualidad en nuestros días. Como bien dice la película, el comportamiento de las personas no solo les afecta a ellos, sino a los que les rodean y a gente lejana que incluso no conocen. La película se articula en torno a cuatro historias sobre cuatro familias, una estadounidense, una mexicana, una marroquí y una japonesa, cada una con una vida diferente, en un pais diferente y con una lengua diferente, pero que en fondo comparten un mismo sentimiento de desesperación y aislamiento, y la propia incapacidad de comunicarse con su entorno.
Las cuatro historias que a priori pueden parecer forzadas, son fascinantes y la maestría con la que están rodadas hace olvidar cualquier sensación de falta de credibilidad. Porque si una cosa es destacable de esta película es la dirección, que Iñarritu reparte perfectamente, adaptándose magistralmente a cada situación y a cada uno de los lugares en los que transcurren las diferentes historias. Y aunque es lógico el desenvolvimiento con los personajes y cultura mexicanos y norteamericanos, es también sobresaliente como se involucra con otras dos culturas tan dispares como la marroquí y la japonesa en las que entra de lleno y se mueve con una soltura digna de admiración. 
La película es dura y desgarradora y a pesar de mostrar crudamente la incomprensión, la frustración y la desesperación que afecta a las personas en este mundo tan complejo, en esta auténtica torre de Babel en la que vivimos, siempre hay una oportunidad para la esperanza.
Otro de los grandes logros de la película es el reparto de actores, tanto los de más renombre como Brad Pitt y Cate Blanchet soberbios y totalmente contenidos, como el resto de personajes secundarios con especial mención a Rinko Kikuchi la joven japonesa que sin pronunciar una sola palabra, está espléndida y muestra una interpretación verdaderamente estremecedora.
Una película que no deja indiferente y que nos muestra un ejemplo del mejor cine de los últimos años.
La película acaparó buena parte tanto de las nominaciones como de los premios cinematográficos a nivel internacional en el año 2006, incluyendo la mejor dirección en el Festival de Cannes, el Globo de Oro a la mejor película dramática y el Oscar a la mejor banda sonora.

Y es en la banda sonora, donde nos encontramos con uno de los aspectos más controvertidos de la película. A priori Babel parece una película que no necesite de mucha música original y más dada a una música étnica y de ambientación para situar las diferentes historias en los diferentes lugares del mundo en los que transcurre la acción. Pero sorprendentemente Gustavo Santaolalla, el compositor argentino habitual colaborador del cine de Iñarritu, nos ofrece uno de esos ejemplos de banda sonora totalmente inseparable a las imágenes a las que acompaña y que cuesta escuchar de manera aislada. Por eso cuesta creer como consiguió el Oscar frente a otras partituras más sinfónicas y espectaculares, en la que quizás los académicos premiaran el trabajo con más efectividad en la pantalla. La música con la guitarra como instrumento omnipresente, la utilización de instrumentos tribales, las voces y el ruido ambiental conforman una banda sonora impactante que se aprecia sobre todo en el contexto de las imágenes. Aparte de diferentes canciones y otros temas anteriores, quizás el tema más conocido de la película es la aportación de Ryuichi Sakamoto "Bibo No Aozora" una bellísima composición para piano con el acompañamiento del violonchelista brasileño Jaques Morelenbaum, que se escucha en esa escena final de la historia japonesa, con el encuentro sin palabras en el apartamento en Tokio entre padre e hija. Los tres temas siguientes, son "Endless Flight" un ejemplo de la música de Santaolalla y el tema "Bibo No Aozora" en su versión cinematográfica acompañando a la escena que he comentado y el mismo tema en una interpretación en directo de Sakamoto solo al piano, que me parece maravillosa.




lunes, 4 de junio de 2012

Matrimonio de Conveniencia - HANS ZIMMER

Aunque "Matrimonio de Conveniencia" no se encuentra entre el mejor cine de su director Peter Weir, si hay que reconocer que es una película honesta, que no pretende más que lo que muestra y que de alguna manera sobresale sobre el estereotipo de las comedias románticas al uso. La película es una simpática mezcla entre comedia y drama romántico que aun no siendo nada del otro mundo, si que se desarrolla con una madurez y dignidad propia de las grandes películas de este género. 
Brontë (Andy McDowell) y Georges (Gerard Depardieu) son dos extraños que se casan por conveniencia para obtener cada uno una situación de beneficio, ella una tímida neoyorkina que trabaja en temas medioambientales para conseguir alquilar un ático con un invernadero asombroso (que solo es accesible a parejas casadas) y el un bohemio compositor inmigrante francés que necesita conseguir el permiso de residencia (la carta verde del título original del film). Después de la boda ambos se separan pero deberán reencontrase y simular vivir juntos para sortear a los inspectores de inmigración. A pesar de ser dos personas que en apariencia no tienen nada en común, la semana en la que tendrán que convivir como un matrimonio "normal" dará lugar a una serie de situaciones divertidas y emotivas, en las que ambos descubrirán que son almas complementarias.
Uno de los aciertos de la cinta es la química de la pareja protagonista. Gerar Depardieu en su debut en el cine norteamericano conseguía redondear un año en el que había estrenado uno de sus mayores éxitos, su "Cyrano de Bergerac"; y supo dar al personaje ese grado de rudeza y sensibilidad que requería el personaje. Por otro lado la bella Andy McDowell aportó la fragilidad y el encanto de una mujer a la que un hombre tan atípico le cambiará la vida.
Una hermosa y simpática historia de amor que aunque previsible sorprende muy agradablemente.

La banda sonora es obra de Hans Zimmer, una partitura donde introduce junto a sus ya típicas melodías de sintetizadores, otras de marcado carácter étnico como corresponde a esa ciudad cosmopolita como es Nueva York y al mundo de los inmigrantes que tanto peso tienen en la historia. Los siguientes dos temas son el corte titulado "Pour Brontë" un bello tema dedicado a la protagonista y "Asking You" una delicada composición para piano. Dos magníficas melodías con una elevada carga de sensibilidad para acompañar los momentos románticos de esa curiosa historia de amor.



Relacionada con la música de la película una de las escenas más bonitas y conmovedoras es   en la que Georges es invitado a interpretar una de sus composiciones en una reunión con amigos y en la que causará una gran impresión tanto por su interpretación de una obra modernista como después con una exquisita música (el tema "Asking You" de Zimmer) recitando un poema sobre la naturaleza en un claro guiño a su "esposa".