La película tiene ese aliciente costumbrista mostrando el mundo de los Amish a través de un estupendo guion que consiguió el Oscar ese año con todo merecimiento.
En su primer viaje a Nueva York, Samuel (Lukas Haas) un niño amish, presencia el brutal asesinato de un hombre en los lavabos de la estación. John Book (Harrison Ford) policía encargado del caso tendrá que proteger al niño y a su madre (Kelly McGuillis), de quienes quieren eliminar a ese "único testigo" sea como sea. Book al enterarse que todo se debe a una trama de corrupción policial tendrá que huir refugiándose con ellos en su comunidad.
La película es un thriller con mayúsculas de intachable factura, centrado más en los personajes que en la trama criminal. La historia presenta la confrontación entre la creencia en los valores primitivos del pueblo amish y el escepticismo del personaje del policía que debe ocultarse y vivir entre ellos. Su relación con el niño, su madre una joven viuda de la que se enamora y el suegro de esta, que lo acogen en su casa, harán que el rudo policía recupere parte de la inocencia perdida, aprendiendo a compartir y a convivir en armonía en esa comunidad. Pero al final terminará asumiendo la imposibilidad de formar parte de un mundo que aprende a comprender, pero que le es ajeno y renunciará a una improbable felicidad como esposo y padre.
Harrison Ford envuelto en la vorágine de esos años que suponían sus personajes como Han Solo e Indiana Jones, apostó personalmente por el cine culto y casi independiente que a Peter Weir tanto le gustaba hacer y acertó de pleno.
La película tuvo un gran éxito de crítica y público desde su estreno, consiguiendo dos Oscar y varios premios internacionales y ha quedado como un clásico del buen cine comercial de los 80.
La película tiene un par de escenas memorables que guardan una estrecha relación con la banda sonora. Por un lado la escena en la que Book, una noche consigue arreglar su coche y en la radio suena "Wonderful world" de Sam Cooke. Al son de la música, el personaje de Harrison Ford efectúa todo un ritual de cortejo y seducción para sacar a bailar a la viuda que con total entrega y admiración vence la resistencia que religiosamente prohibe a los miembros de su comunidad caer en la tentación que supone la música y el baile.
Que bien que escribas de nuevo. Gran película a lo que contribuye en gran parte una magnífica banda sonora.
ResponderEliminarHace tiempo que no la veo y me han dado ganas de volverla a echar un vistazo
Gracias
Me alegro de habértela recordado y que te pases por aquí. Es una gran película y la banda sonora es muy buena.
ResponderEliminarUn saludo.