viernes, 2 de mayo de 2014

Como Agua Para Chocolate - LEO BROUWER

"Como Agua Para Chocolate", una de las mejores películas de la historia del cine mexicano, es el resultado de una serie de factores que bien coordinados aseguran el éxito como efectivamente el que tuvo esta maravillosa película. Por un lado una fiel adaptación a la novela homónima de Laura Esquivel que había sido un  gran éxito de ventas, por otro una excelente producción que contó con un elevado presupuesto, el más costoso del cine mexicano hasta el momento y finalmente fue una película que contó con una inteligentísima comercialización, consiguiendo llegar más allá del mercado latinoamericano, y siendo la primera cinta que abrió las puertas de Hollywood y del cine mundial a la cinematografía mexicana.
El gran artifice del éxito de la película es sin duda Alfonso Arau, su director. Arau supo aprovechar de primera mano la magnífica novela de Laura Esquivel que por aquel entonces era su esposa y aplicar la experiencia acumulada por el trabajo que venía realizando en el cine norteamericano. Los diez premios "Ariel" de la academia de cine mexicano y el grandísimo éxito internacional demuestran que Arau sabía perfectamente lo que hacía.

La historia enmarcada como uno de los mejores ejemplos del denominado "realismo mágico", presenta una historia de amor y gastronomía ubicada en el México fronterizo de principios del siglo veinte en plena época de la revolución mexicana. Tita la menor de tres hermanas debe seguir la tradición familiar de quedarse soltera cuidando a su madre Mama Elena, hasta la muerte de esta, lo que obstaculizará la relación de Tita con Pedro, su amor desde la niñez. Entre los olores y sabores de la cocina tradicional mexicana, Tita sufrirá durante muchos años por un amor que perdurará más allá del tiempo.

Junto a una excelentes interpretaciones, la comida juega un papel principal, con unos momentos maravillosos y mágicos en los que la protagonista a través de los platos que prepara, hace sentir a todos lo que ella siente, amor, deseo, tristeza...  Y nada mejor para expresar esto que una de las frases de la película:

"Cuando Tita sintió sobre sus hombros la ardiente mirada de Pedro, comprendió perfectamente lo que debe sentir la masa de un buñuelo al entrar en contacto con el aceite hirviendo".

Una película totalmente recomendable para los que disfrutan de las bellas historias de amor y de la buena comida.

Y como no, una de las "guindas" de esta película es su bellísima banda sonora, obra del cubano Leo Brouwer, uno de los más grandes compositores y guitarristas de música clásica del siglo XX.
Brouwer nos presenta por una parte unos temas con el sonido del folklore mexicano y por otro una música romántica y melancólica para expresar los sentimientos de la protagonista y que aparecen fundamentalmente en dos temas, el tema de Tita y el tema de amor de Tita y Pedro.
El tema principal de Tita en sus distintas variaciones a lo largo de la película, se convierte en la melodía que define sobre todo la tristeza del personaje ante la imposibilidad de su relación con su gran amor. Una música con una belleza sorprendente totalmente a la altura de una película como esta.


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