El filón que ha encontrado el cine con los heroes de Marvel está consiguiendo en los últimos años llenar las salas, por una parte de aquellos que por una edad leyeron ávidamente los comic en su época y que imaginaron siempre como quedarían en la pantalla grande y por otra la de una buena parte de los jóvenes de nuestros días que han descubierto la fascinación que ejercen estos personajes con el uso de la magia digital, los efectos especiales y el 3D.
Entre todos los personajes Marvel que han visto sus hazañas trasladadas al celuloide, Iron Man ha conseguido enganchar al gran público de una manera especial. La buena acogida de las dos primeras películas se ha visto confirmada con el éxito del estreno de la tercera parte consiguiendo batir los records de recaudación en los primeros días de exhibición en todo el mundo.
Sin entrar a valorar la calidad cinematográfica de películas como esta, lo que si que hay que reconocer es que son un puro entretenimiento que para empezar no está mal. Las nuevas aventuras del industrial playboy, egocéntrico y socarrón Tony Stark, nos muestran a un personaje más humanizado que parece empieza a controlar mejor su condición de héroe, sin dejar de verse envuelto en una vorágine de peleas con el villano de turno, explosiones y efectos especiales llevados al límite.
A destacar como en las dos entregas anteriores la interpretación de Robert Downey Jr. en un papel hecho a su medida, que marcó su recuperación para el cine y que junto al nuevo Sherlock Holmes creo que nos va a ofrecer una buena colección de películas en el futuro.
Una de las grandes sorpresas de esta película ha sido sin duda la banda sonora de Brian Tyler. Sin menospreciar la música compuesta para las dos películas anteriores por Ramin Djawadi (Iron Man) y John Debeney (Iron Man 2), Tyler un reputado músico especializado en cintas de acción ha creado una banda sonora tan potente y espectacular como requiere una película como esta, pero también creo que ha creado el leitmotiv musical del personaje. Como está ocurriendo con la mayoría de sagas de los heroes de Marvel, en su mayoría carecen de un motivo musical que los distinga debido en muchos casos al cambio en el compositor de la banda sonora asignado en las diferentes secuelas, detalle que aportaría más entidad a cada uno de los personajes.
Tras el visionado de Iron Man 3, encontramos un tema principal brillante, con una carga sinfónica contundente, reforzada con un acompañamiento de un coro que aporta el tono épico perfecto. En principio una tema musical clásico, tan apropiado como los utilizados en las dos películas anteriores, que quedaría eclipsado y atrapado por la espectacularidad de las imágenes como en los dos casos anteriores, si no fuera por el acertado uso que el compositor hace de este tema en los títulos finales de la película.
Con este tema final titulado "Can You Dig It", Tyler define al personaje con una versión trepidante y ligera muy estilo pop del tema principal, una música pegadiza que tras varias escuchas por lo menos en mi caso, ya ha quedado asociado a Tony Stark y su alter-ego, Iron Man.
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