martes, 15 de mayo de 2012

La música de Ennio Morricone para el cine de Giuseppe Tornatore (I): BAARÌA

Es habitual en el mundo del cine la simbiosis que se crea entre directores y compositores, que se forja a través de la colaboración en sus trabajos juntos. En su larga trayectoria como compositor, Ennio Morricone ha formado pareja cinematográfica con un buen número de directores en diferentes épocas que nos han dejado grandes películas y grandes bandas sonoras. Imposible separar las imágenes del western de Sergio Leone sin la música de Morricone o lo mismo del cine de Pier Paolo Pasolini (del que ya comenté algunas colaboraciones en una entrada anterior del blog). El encuentro en el año 1988, de Giuseppe Tornatore y Ennio Morricone en "Cinema Paradiso", la segunda película del por entonces joven realizador siciliano, marcó definitivamente la carrera del director y dio lugar a las que quizás sean una de las mejores películas y una de las mejores bandas sonoras de la historia del cine. A partir de ese momento la música de Morricone es ya un elemento inseparable de la obra de Tornatore, que ha compuesto las bandas sonoras de todas sus películas hasta la fecha. Dejando a un lado la conocidísima música de "Cinema Paradiso" me gustaría comentar tres bandas sonoras que me gustan especialmente. Empezaré hoy por Baarìa

"Baarìa" es la última colaboración de ambos en la que muchos críticos han visto el "Novecento" de Tornatore, una historia épica ambientada en el pueblo natal del director, en esa Sicilia profunda que el realizador conoce y retrata como nadie. La historia abarca tres generaciones, desde la década de los años 30 hasta la época moderna usando como fondo el resurgimiento del fascismo, la Segunda Guerra Mundial y la Italia de la posguerra. Rodada como una gran superproducción y con un elevado presupuesto, Baarìa abrió el Festival de Venecia en 2009, pero tuvo una acogida desigual tanto entre el público como entre la crítica.
Tornatore recrea los personajes y las situaciones de Bagherìa (Baarìa en el dialecto siciliano) el pueblo en el que nació, a través de los recuerdos que acumuló en su infancia y que tal como ha comentado, se propuso llevar algún día a la pantalla.
Pero a pesar de su preciosa fotografía, vestuario, recreación de la época y unas actuaciones entre las que sobresalen las de la gran cantidad de actores no profesionales y extras que aparecen a lo largo del metraje, la historia no llega a convencer y queda un poco vacía, quizás por querer abarcar tanto. Lo que si es innegable es la entrega y la pasión del director por contar una parte de la historia italiana.

Los guiños y el recuerdo en algunas escenas y personajes a "Cinema Paradiso" es destacable, y Morricone vuelve a conseguir una música magistral, que consigue transmitir gran parte de la emoción y los sentimientos que afloran durante toda la película. Morricone crea una verdadera sinfonía, con una variedad de sonidos y estilos que abarcan las diferentes épocas y situaciones y con algunas pinceladas del sonido folclórico siciliano en los que el "maestro" es un auténtico especialista. El tema con el que abre el disco de la banda sonora se titula precisamente "Sinfonía per Baarìa" y recoge perfectamente esa amalgama de sonidos en sus más de diez minutos de duración, en una clara declaración de intenciones de lo que es   la película y el resto de la banda sonora. 
He elegido dos temas, por una parte la sencilla y bella melodía del tema principal, puro sonido "Morricone" pero que siempre sorprende por su genialidad, y el segundo es un video de final de la película y que me parece reúne la perfección en el montaje de las imágenes y la música, con ese crescendo musical tan típico de Morricone en el momento de la carrera de Piero. Una secuencia magnífica con esos personajes tan típicos del neorealismo italiano. Lo dicho, genialidad en estado puro.


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