Los hermanos Coen son unos genios, y no es que esta incursión en el mundo de las series de televisión de una de sus grandes películas sea algo novedoso, todo lo contrario; pero hay que reconocer que con esa vuelta de tuerca a la historia que encandiló a los espectadores de todo el mundo hace ya 20 años, sus creadores han dado en el clavo.
Y es que "Fargo" la serie es y no es "Fargo" la película, porque a veces hay historias que merecen ser contadas con más detalles y hábilmente con esta serie han sabido adaptarse a los gustos del público actual que disfruta con el formato televisivo tanto o más que con el formato cinematográfico. Prodigiosamente es como si "Fargo" en vez de durar un par de horas se prolongase hasta diez horas repartidas en diez episodios perfectamente dosificados en los que rápidamente el espectador se da cuenta que estamos ante algo tan bueno como la película original, algo que no es lo mismo pero que es igual.
"Fargo" la serie, retoma la absurda trama policial con brillantes toques de humor negro que se desarrolla en ese gélido paisaje de un pequeño pueblo del norte de Minnesota. Al igual que en la película, al comienzo de la serie se hace referencia a que se trata de una historia basada en hechos reales en el que se han cambiado los nombres por respeto a quienes continúan vivos, pero al igual que en la película se trata de una pequeña tomadura de pelo por parte de los Coen, ya que todo es una invención. Una invención que tal y como se presenta y que en base a algunos casos reales que aparecen todos los días en muchas partes del mundo, bien podría tener visos de realidad. Una estrategia que como los propios Coen confiesan predispone a los espectadores a creer cosas que no aceptarían de otra manera.
Los protagonistas de la serie que en algunos casos guardan muchas similitudes con los de la película, son igualmente geniales, y en el que destaca el villano interpretado por Billy Bob Thorton, cuya única presencia es razón suficiente para rendirse a este producto televisivo.
Una serie estupenda que no tiene desperdicio y que mantiene el ritmo y la sorpresa en todo momento, en la que la facilidad de los Coen para el humor negro, cosa nada fácil, es la clave.
Uno de los aciertos de esta historia es que tiene un comienzo y un final, lo que elimina la tentación de alargarla indefinidamente con nuevas temporadas, pero hábilmente y en base a una nueva moda en algunas buenas series televisivas, parece que va a haber una segunda temporada, un "spin-off" en la que se desarrollarán los acontecimientos que ocurrieron años atrás en "Sioux Fall" a los que se hace referencia de manera muy intencionada en algunos momentos de la serie y en la que participaron algunos personajes de la serie como el propietario de la cafetería de Lou y padre de la ayudante de policía, cuando era policía estatal.
A la vista de las novedades que se han adelantado, el nuevo reparto y el trailer que ya se puede ver, la nueva temporada parece tener un gran atractivo sobre todo cuando pocos daban un duro cuando a Noah Hawley se le ocurrió revivir una exitosa película de los noventa que algunos pensaban que estaba bien como estaba.
La banda sonora de la serie es obra de Jeff Russo un joven compositor que viene del mundo del rock y que tras algunos trabajos menores en otras producciones televisivas, nos ofrece en Fargo un brillante trabajo. Y aunque en la serie todo huele a la película de los Coen, Jeff Russo ha sabido crear y dar una nueva identidad a la banda sonora de la serie sin sentirse atado a la también estupenda banda sonora que Carter Burwell escribió para la película. El tema principal mantiene ese carácter melancólico comenzando de una forma pausada hasta alcanzar una cima épica con un sonido impresionante de gran orquesta clásica.
Un gran trabajo musical que contribuye a dar más calidad a esta magnífica serie.
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