Hay películas que definen de una manera fundamental un género cinematográfico y eso es lo que al menos para mí, supuso en su momento el estreno de "Salvar al Soldado Ryan". Con el permiso de otras grandes películas anteriores, con esta película Spielberg rodó el film "bélico" por excelencia, y no solo por recrear una situación histórica de uno de los acontecimientos más terribles del pasado siglo, sino porque además fue capaz de ir más allá, mostrando con toda su crudeza el horror de la guerra.
Recordando la manera como los compositores cinematográficos han abordado la creación de música para este género, me sirve para traer algunos temas de las bandas sonoras de grandes películas del cine bélico.
En "Salvar al Soldado Ryan" tomando como eje de la historia la caótica búsqueda de un soldado norteamericano entre las fuerzas aliadas repartidas en el frente durante los días que siguieron al desembarco de Normandía, Spielberg nos presenta a un pelotón al mando del capitán Miller (Tom Hanks) al que se le encarga la misión de encontrar al soldado James Ryan (Matt Damon) un paracaidista que se encuentra en primera linea y al que el alto mando quiere hacer regresar a casa al haber perdido a sus tres hermanos en combate.
Tras varios días de búsqueda y encontronazos con fuerzas enemigas el grupo encontrará al soldado Ryan en un pequeño pueblo defendiendo un enclave importante para el avance de las tropas. El capitán Miller junto a los pocos hombres que quedan, cumplirá la misión encomendada hasta sus últimas consecuencias.
La música de John Williams para esta película, en sintonía con la propia historia pretende ser un homenaje a todos los que murieron en esta guerra. El tema principal "Himno a los caídos" es una triste pero bellísima melodía llena de sentimiento que evoca el dolor y el sufrimiento de todos los que tuvieron que vivir el sinsentido de la guerra. Una música que complementa de una manera excepcional a una gran película como esta.
Magnífica la introducción en la que un envejecido James Ryan acude a visitar el Cementerio Estadounidense de Normandía a rendir un homenaje a aquellos que se sacrificaron por él.
El reciente estreno de la película "Corazones de Acero" ("Fury") de David Ayer, me ha traído a la memoria la forma de abordar el drama bélico como aparecía en "Salvar al soldado Ryan". En esta ocasión el director nos presenta con el mismo grado de crudeza el sinsentido y la barbarie de la guerra, centrándose en una brigada de cinco soldados norteamericanos a bordo de un tanque (el "Fury" que da nombre al título original de la película) en los últimos días de la segunda guerra mundial durante el avance de las tropas aliadas sobre Alemania. El miedo, el estrés, la angustia y esa sensación claustrofóbica que supone moverse en el interior de un tanque durante el combate, queda perfectamente reflejado en las imágenes de esta historia.
Brad Pitt en una muy correcta interpretación, encarna el papel de un sargento que comanda la tripulación del tanque, un personaje que aporta la estabilidad a un grupo totalmente desquiciado por la tensión a la que están sometidos, sobre todo después de la pérdida de uno de sus componentes en la última refriega con el enemigo. Para cubrir la baja, reciben a un novato sin experiencia que renuncia de partida a matar al enemigo, aunque las circunstancias le harán integrarse y enfrentarse como el que más, a la dura y cruel realidad.
La banda sonora pertenece al compositor británico Steven Price, un joven músico cuyo anterior trabajo para la película "Gravity" le valió el Oscar el pasado año. Con la utilización de una orquesta complementada con sonidos electrónicos y un coro, el autor consigue ambientar perfectamente las escenas de acción, la tensión y la épica de una situación tan terrible como a la que se deben enfrentar estos personajes. El tema titulado "Norman" (el nombre del soldado novato) es todo un epílogo en forma de un himno en homenaje a los caídos en la batalla.
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