miércoles, 11 de septiembre de 2019

Animales Nocturnos - ABEL KORZENIOWSKI

Con tan solo dos películas en su haber, es impresionante como el afamado diseñador de moda Tom Ford va abriéndose paso hacia la cima del arte cinematográfico. Porque "Animales Nocturnos" es una obra maestra sin fisuras, una película aclamada por el público y la crítica y uno de esos ejemplos de cine con mayúsculas.

Famoso por sus diseños para algunas de las más grandes estrellas del cine actual o por ejemplo diseñador del vestuario de Daniel Craig para su James Bond, Tom Ford había estado relacionado con el mundo del cine desde su faceta como profesional de la moda, pero atendiendo a su otra gran pasión, el cine, en 2009 se estrena como director con "A Single Man" y es en 2016 cuando se consagra como director, guionista y coproductor en su segunda película, una adaptación de la novela de suspense psicológico "Tony and Susan" de Austin Wright.
Nominada a un buen número de premios internacionales, Oscar incluidos, "Animales Nocturnos" ganó el premio del jurado del festival de Venecia y ha consolidado a Tom Ford como un director a tener muy en cuenta.

"Animales Nocturnos" cuenta la historia de Susan (Amy Adams) una galerista de arte que comparte una vida de lujo, aunque vacía, con su segundo marido. Un día recibe la novela inédita de su exmarido (Jake Gyllenhaal) del que lleva años sin tener noticias. La novela dedicada a ella, es un relato durísimo de violencia y venganza que desde sus primeras páginas deja impresionada a Susan. Los demonios de su pasado se presentan en la forma de ese libro.

Ford elabora una película compacta, brillante y perturbadora, todo ello bajo una apariencia de diseño (esa estética de anuncio de Gucci) y como no, unas interpretaciones de lujo.



Amy Adams está fantástica transmitiendo la frialdad de esa mujer que ha preferido instalarse en esa vida acomodada y frívola antes que enfrentarse a sus propias inseguridades, que le han llevado a un profundo fracaso profesional y emocional. Y de igual manera, Jake Gyllenhaal en su doble papel como el protagonista de la novela y como el exmarido de la protagonista borda su papel y se consolida como un actor a tener muy en cuenta.
Mención aparte con injusticia incluida, es el papel de Michael Shannon, el detective de la novela, que nominado al Oscar como actor secundario no consiguió el beneplácito de la Academia por un papel espectacular.


Teniendo en cuenta el cuidado estilístico que Ford ha dotado a su película, la elección de Abel Korzeniowski para la banda sonora es otro de sus grandes aciertos.
La partitura de este interesantísimo compositor polaco, con el que ya había trabajado en su primera película, es una delicia. Una obra refinada, tan intensa como inquietante que encaja a la perfección con este thriller con un marcado carácter "noir".
Una banda sonora de un refinado clasicismo tan seductora como perturbadora, que asociada a las preciosistas imágenes de la película la convierten en una verdadera joya.

El tema principal que se desarrolla en toda la película tiene una especial relevancia en la escena final ("Table for Two") en la que la melodía se va desarrollando y nos sumerge en un mar de sensaciones. Una mezcla perfecta de imágenes y música sencillamente maravillosa.