Para terminar de completar los comentarios que he venido haciendo sobre la música de cine y el Vaticano y aprovechando el reciente nombramiento del nuevo Papa Francisco, voy a comentar la música de dos películas dedicadas a dos de los Papas más carismáticos de los últimos años: Juan XXIII y Juan Pablo II.
En los dos casos se trata de miniseries de TV italianas de tipo biográfico centradas en los acontecimientos más importantes de sus vidas, desarrollando la faceta más humana de unos hombres que llegaron a ostentar el más alto rango en la Iglesia Católica; y ambas cuentan con la extraordinaria participación en la composición de la banda sonora, de Ennio Morricone.
"Il Papa Buono" es una producción del año 2003 basada en la vida de Juan XXIII al que se le conoce con el cariñoso apelativo de "El Papa bueno". Su papado de tan solo cuatro años se desarrolló en un periodo de profundos cambios y en una época de grandes acontecimientos de tensión internacional y de cambios importantes en la Iglesia, siendo el Papa que abrió el Concilio Vaticano II que cambiaría profundamente al catolicismo. Dirigida por Ricky Tognazzi y protagonizada por Bob Hoskins, la historia nos presenta la niñez y juventud de Antonio Giuseppe Roncali y su lado más humano frente a las dos guerras mundiales y sobre todo de la barbarie nazi. La historia de un hombre que dejó un legado de humildad y sencillez como pocos en la historia.

La segunda producción es "Karol, Un Uomo Diventato Papa" del año 2005 y dirigida por Giacomo Battiato. En esta ocasión está basada en la vida de Karol Wojtyla el cardenal que ocupó la silla de Pedro en el año 1978 como Juan Pablo II, el "Papa viajero" como cariñosamente también apodaron sus fieles en todo el planeta. Un hombre que jugó un importante papel en el siglo XX no solo para el mundo católico, sino que se ganó el respeto y la admiración del resto del mundo. La serie abarca desde su juventud en su Polonia natal bajo la ocupación nazi, hasta el mismo momento de ser nombrado Papa.
Como siempre Morricone consigue en ambos casos una perfecta fusión entre melodía y espiritualidad. Acercándose a esta música desde un punto de vista religioso o no, lo cierto es que hay que reconocer que es una música hecha para el alma, y Morricone es para esto todo un "maestro".
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Excelente su artículo, otra aportación del Maestro de Maestros al arte de hacer música y al cine... Gracias. PCoronaR México.
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